Comprensión y tipología textual

1. Un texto de Bioy Casares para trabajar la comprensión lectora (Aula de letras)

2. Tras una lectura atenta de los textos siguientes, clasifícalos según su tipología textual. Razona ampliamente tu respuesta, atendiendo a las características de los diferentes tipos de textos (narrativos, descriptivos, expositivos, argumentativos...).

a)¿Qué es el aprendizaje? Todo el mundo está familiarizado con él y, sin embargo, es difícil de definir. Normalmente consiste en un cambio relativamente permanente que ocurre, como resultado de la experiencia, cuando uno se vuelve capaz de hacer algo que no podía hacer antes, o capaces de hacerlo mejor. Podemos aprender hechos, como el nombre de una persona; conceptos generales y principios, como la teoría de la relatividad, y hábitos y habilidades tales como conducir. El aprendizaje también se produce de diversos modos. Podemos aprender a abrir una cerradura como resultado de un proceso de ensayo y error; podemos aprender a utilizar un procesador de textos como resultado de seguir unas instrucciones; podemos aprender a esquiar imitando a nuestro monitor, etc.
Una vez que se tiene algún tipo de modelo interno de lo que debería pasar, se puede aprender a base de practicar la habilidad hasta que nuestra ejecución converge con el modelo deseado. Se empieza prestando atención a lo que intenta hacer, pero a medida que se avanza en la práctica, ya necesitamos controlar solamente las partes más complicadas de la ejecución. Muchas habilidades se vuelven tan automáticas que pueden realizarse sin la más mínima atención consciente.
Philip N. Jonson-Laird: El ordenador y la mente.
b)
Sueños digitales

Desde el estreno de Toy Story (1995), la animación por ordenador se ha convertido en uno de los géneros más exitosos de cine actual.
Pocos cambios han afectado al cine de animación en los últimos años como la introducción de ordenadores en el proceso creativo de las películas. Desde que en 1991 Disney empleó esta técnica para diseñar la secuencia del baile de La bella y la bestia, las nuevas tecnologías han revolucionado la forma de concebir los dibujos animados, hasta el punto de llegar a amenazar la supervivencia de la animación tradicional.
El primer largometraje de animación digital que se estrenó comercialmente fue Toy Story (1995). Producida por Disney y por la compañía Pixar, la película obtuvo un inmenso éxito comercial (recaudó más de 350 millones de dólares) y demostró contundentemente la viabilidad de este tipo de producciones. Pronto se sumó al género el estudio Dreamworks, fundado por Spielberg y el antiguo jefe de animación de Disney, Jeffrey Katzenberg, que en 1998 estrenó la segunda película, Hormigaz. Frente a la mojigatería de Disney, este film fundó las bases del estilo de animación Dreamworks, con un guión inteligente y lleno de humor, y una moralidad menos acusada y más abierta.
Fragmento de un texto de Carlos Leal (http://www.cinestrenos.com/)
c)
Tellagorri era un hombre flaco, de nariz ganchuda, pelo gris, ojos grises, y la pipa de barro siempre en la boca. Punto fuerte en la taberna de Arcale, tenía allí su centro de operaciones; allí peroraba, discutía y mantenía vivo el odio latente que hay entre los campesinos por el proletario.
Vivía Tellagorri de una porción de pequeños recursos que él se agenciaba, y tenía mala fama entre las personas pudientes del pueblo. Era, en el fondo, un hombre de rapiña, alegre y jovial, buen bebedor, buen amigo, y en el interior de su alma bastante violento para pegarle un tiro a uno o para incendiar un pueblo entero.
Fragmento de Zalacaín el aventurero de Pío Baroja

d)

RACISMO Y DOPAJE


Las medidas contra el dopaje y contra el racismo, abordadas ayer por el Consejo de Ministros, acometen los problemas crecientes que amenazan la buena salud del deporte, tanto en su aspecto social como en el competitivo. Convertido en un fenómeno de masas de nuestro tiempo, el deporte actúa como metáfora de una sociedad cada vez más entregada al éxito inmediato y al desafecto por los valores éticos. En estos dos temibles ámbitos se han establecido el dopaje y todas las conductas antisociales que derivan en la violencia, el racismo y la xenofobia.

La tolerancia con esta degradación no sólo afecta a la credibilidad del deporte, sino también a las reglas de convivencia y a los valores esenciales de un Estado de Derecho. Los brotes racistas en los estadios españoles se han hecho demasiado frecuentes como para desatender el problema y sus consecuencias. No es un borrón exclusivamente español, […] pero conviene atajar cuanto antes la propagación de un virus en un país que ha mudado su piel social. España se ha transformado en muchos aspectos. También en su nueva condición de país de inmigración.

La vocación integradora del deporte puede consolidar vías de acercamiento en una época de conflictos y sectarismos. Comienzan a proliferar, especialmente en las categorías juveniles, los deportistas españoles originarios de otros países. Su número crecerá en los próximos años. No son pocos los expertos que consideran esta circunstancia como un factor indispensable para el crecimiento del deporte en España, donde la cultura de la comodidad se ha instalado en la cada vez más amplia clase media. No son tolerables en este nuevo marco social las conductas repudiables que se han producido en los últimos meses. Los estadios españoles no pueden convertirse en un foco de indeseables. Hay que atacar el problema con una nueva batería de normas sancionadoras, como las propuestas en el anteproyecto de ley, pero también con medidas que alimenten en la sociedad el necesario sentimiento de civismo y solidaridad.

El proyecto de ley antidopaje -con disposiciones que incluyen el castigo penal para quienes suministren o administren sustancias prohibidas- es otro reflejo de ciertas perversiones que alcanzan por igual al deporte y a la sociedad. No vale todo para triunfar. No sirve si se pisotean los derechos de los demás, si la trampa prevalece sobre la equidad, si se permite que la ilegalidad no encuentre sanción. A eso está destinada la nueva ley, a atacar una plaga que demasiadas veces encuentra una comprensión injustificada. Porque nada hay menos justificable que la vulneración de los principios éticos para conquistar el éxito.

Editorial, El País



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